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Transformación Digital y UBER en New York

Transformación Digital y UBER en New York

Hace tiempo que la frase “transformación digital” resuena cada vez más dentro de las empresas, medios de comunicación y hasta en la calle. Pero todavía hay varios malentendidos sobre qué es en sí la transformación digital y cuál es su utilidad.

Transformación digital en estado puro es igual a la evolución misma. Es un proceso de cambio. Significa una nueva ola como la que se introdujo en los noventa con La Quinta Disciplina de Peter Senge y el pensamiento sistémico dentro de las empresas.

Esta nueva ola supone una evolución de esos principios básicos pero adaptados al contexto actual, a las posibilidades que la tecnología ofrece. La dinámica social cambió y también la de producir dentro de las empresas. Terminología como agile, sprint, empiezan a ser terminología cotidiana en el mundo empresario en general y no solo en las empresas tecnológicas.

En esa evolución, obviamente algunos ganan y otros pierden. Los que logran adaptarse o nacen dentro de este nuevo paradigma, suelen ser los más beneficiados, versus los que se estancan en la dinámica tradicional y terminan perdiendo.

Un caso rotundo y significativo es el de UBER, que en la ciudad de New York, desde mediados de 2017 superó a los clásicos taxis amarillos en cantidad de viajes diarios.

Si bien existe un aumento en la demanda en general, es más profunda la redistribución que se dio en ese total entre estos viejos y nuevos jugadores. Más allá de la problemática que UBER enfrenta en gran parte del mundo como la ilegalidad, restricciones, barreras o, incluso del otro lado, desregulaciones, es claro que la gente tiende a elegir estos nuevos servicios frente a los tradicionales.

Comodidad, simpleza y seguridad son probablemente los pilares de ese éxito. Con la app podés pedir o reservar desde donde estés para la hora que quieras sin moverte. El proceso end-to-end es simple, ya que desde la reserva al pago se gestiona desde la app y con tarjetas o billeteras virtuales, evitando manejo de dinero o incluso cargar con las tarjetas físicas. Y se cuenta con información más detallada sobre el conductor, la posibilidad de compartir la ruta con algún familiar o amigo que visualice el trayecto, etc.

Y de eso se trata la transformación digital. No es solo aplicar tecnología a los procesos, crear cuentas en redes sociales, hacer que un sitio web haga algo loco de forma automatizada. Es simplificar y mejorar los procesos y por consiguiente la vida de las personas. La tecnología claramente es un factor de ayuda determinante ya que genera un enorme abanico de posibilidades, pero no se trata únicamente de tecnología la transformación digital.

Cuando hablamos de procesos o gestión de proyectos ágiles dentro de las empresas, estamos hablando de un cambio de metodología en el abordaje de los procesos y no únicamente de la implementación de un software o plataforma de gestión. Herramientas existen miles, pero lo importante es redefinir la metodología de los procesos y luego elegir o adaptar las herramientas. No al revés.

Empresas como UBER, Netflix, Google, que si bien tienen una profunda raíz ligada a la tecnología y al mundo digital, son empresas que muestran con claridad de qué se trata la transformación digital. No es solamente uso de herramientas. Es cambiar la mentalidad y la cultura de los negocios en general.

Sin dudas, la transformación digital no es una opción. Es un camino inevitable que estamos transitando y tenemos que seguir recorriendo. Es el nuevo paradigma que la evolución del pensamiento sistémico y la tecnología apalancan desde hace varios años.

¿Considerás que tu empresa o emprendimiento está preparado para afrontar las demandan del público objetivo? ¿Ese público hoy es la prioridad de tu negocio?