El término viral se expandió de una forma increíble los últimos años. La viralidad en sí misma, hablando sobre los contenidos en internet, para muchos parece ser el objetivo principal de sus campañas de contenido digitales. Pero realmente, ese no es el camino.
Viral es un contenido que publicado en la web se comienza a compartir, de forma orgánica, entre más y más personas de forma acelerada. El alcance de un contenido que decimos que es viral, no crece de forma lineal, explota exponencialmente. Más y más personas comparten aumentando cada vez más la velocidad con la que el contenido se expande.
Pero algo para tener en cuenta con los contenidos virales, es que muchos de ellos son fugaces. Crecen, explotan y quedan en el olvido en unos pocos días si lograr ni alcanzar nada más. Y realmente no es lo que buscamos los que hacemos marketing de contenidos.
El objetivo real de nuestras campañas no se centra en la viralización en sí misma, sino en crear un impacto y un efecto en las personas. Si se alcanza ese punto, la viralización probablemente sea una consecuencia natural.
Les voy a contar la historia de un fotógrafo que está haciendo algo increíble. Se llama Joseph DiGiovanna y vive en New York, Estados Unidos. Está trabajando en un timelapse de 30 años del skyline de Manhattan.
Hoy, en el 2019, cumple poco más de 4 años con una cámara fija desde una ventana de su casa, tomando fotografías cada 30 segundos de la isla de Manahttan. La cámara se conecta a una PC que almacena cada foto en tiempo real para luego procesarse con algunos software de video y crear timelapses de forma diaria del día de la isla.
Le tomó algunos años elegir la cámara, el lente, armar el setup de fijación para la cámara, evitar que se caliente por la exposición durante todo el día al sol, crear el flow de captura, guardado, copias de seguridad.
Para tener algunas referencias de la complejidad de manipulación y almacenamiento de datos, se toman 2880 fotos por día que generan solo 2 minutos de contenido en video. Esto representa 16 tb de fotos por año, que habría que multiplicar por 2 ya que tiene un backup de absolutamente todo en tiempo real para evitar cualquier tipo de pérdida.
Hoy, se encuentra trabajando en la automatización de algunos procesos para que la computadora pueda procesar de forma automática el comienzo y fin del amanecer y atardecer de forma diaria para reducir parte de su carga de trabajo.
Su idea es sumamente simple, con algunos puntos de complejidad, como el almacenamiento por ejemplo de tan gran volumen de datos. Pero esa simplicidad, le da una carga potente a su trabajo. Este es el tipo de emocionalidad que hay que buscar en los contenidos. No enfocarse tanto en buscar hacer algo viral, sino impactar a las personas. Dejar una marca.
Pueden ver más del proyecto en su instagram @nyc_timescape. El proyecto sigue funcionando y espera cumplir los 30 años en 2045. Sin dudas proyectos así son la inspiración exacta que quienes trabajamos produciendo contenido tenemos como referencia.
Si querés mejorar tu estrategia de contenidos, aumentar la visibilidad de tu marca, mejorar la interacción con tus seguidores y potenciar tu negocio, podés escribirnos para que te ayudemos a llegar a tus objetivos.